viernes, 6 de noviembre de 2015

Recomendación del mes: The Knick

The Knick.



Para Matt Zoller Seitz, crítico de televisión de la New York Magazine, se trata del “más notable esfuerzo sostenido de virtuosismo por parte de un director en la historia de la televisión estadounidense”. No exagera. En un medio comúnmente dominado por escritores –los verdaderos cerebros detrás del contenido, como David Simon en The Wire o Matthew Weiner en Mad Men- Steven Soderbergh se ha atrevido a hacer de The Knick, serie cuyas mayores virtudes no están en la historia (los embrollos de un hospital a principios del siglo XX en la isla de Manhattan), sino en cómo está dirigida, editada y fotografiada. 

Todas esas funciones las cumple el propio Soderbergh, gran cineasta multifacético, capaz de dirigir, editar y operar la cámara en un mismo proyecto así como de transitar entre medios (serie, miniserie, película) y géneros: obras tan distintas como Ocean’s Eleven, The Girlfriend Experience, Erin Brockovich, The Limey, Behind the Candelabra y Traffic son suyas. Con su envidiable herramental, Soderbergh crea con una velocidad impresionante. Sin importar el género o el medio que aborda, su trabajo es extraordinario.

Desde mi punto de vista, The Knick es lo mejor y más ambicioso que ha hecho. La serie sigue el día a día del Knickerbocker, donde J.M. Christiansen (Matt Frewer), el cirujano en jefe, se suicida tras fracasar por enésima vez durante el mismo procedimiento. La muerte de Christiansen detona un reajuste laboral en el hospital. John Thackery (Clive Owen), un adicto al opio y la cocaína, ocupa la vacante, y a su puesto llega Algernon Edwards, un cirujano brillante, con un solo problema para sobresalir: es afroamericano. Basta esa síntesis. Aunque interesantes, la trama y su antihéroe central no descubren el hilo negro. La dirección, edición y fotografía de Soderbergh son otro boleto. 

The Knick
Año: 2014
Director: Steven Sodherbergh
País: Estados Unidos
Productores: Steven Soderbergh, Clive Owen, Jack Amiel, Michael Begler,
Gregory Jacobsy Michael Sugar
Episodios: 10
The Knick no es la primera serie dirigida por una sola persona. La temporada inicial de True Detective se benefició muchísimo de tener al talentoso Cary Fukunaga a lo largo de sus ocho episodios. Louie también tiene solo un director: el propio Louis C.K.. No obstante, como indica Zoller Seitz en su visita al set de The Knick, el caso de Soderbergh es una anomalía dada la enormidad de este proyecto.

En un ensayo publicado por la revista Film Comment, el director y guionista Paul Schrader explica las características del movimiento de cámara en cine. En sus palabras, la cámara puede desplazarse de manera motivada (“te mueves, te sigo”) o sin motivación. Este segundo tipo de movimiento puede ser lógico –un acercamiento a algo que un personaje trae entre manos, por ejemplo- o ilógico: el director impone su punto de vista. The Knick está llena de movimientos de cámara sin aparente motivación, donde sentimos la presencia de Soderbergh. Abundan ejemplos. Pienso en el octavo capítulo, cuando Thackery se ve obligado a suspender su adicción por motivos que prefiero no explicar. La respuesta de Soderbergh es notable. En una larga junta de trabajo, mientras todo el equipo del hospital discute un problema, la cámara se mantiene fija en Thackery, en tenso silencio, con las sienes empapadas de sudor y la mandíbula inquieta. No importa lo que dice el equipo, sino la reacción (el estado emocional) de John. Tampoco hay diálogo que revele ese subtexto: Soderbergh lo hace con una sola decisión económica (una sola toma), dramática (el sufrimiento de Thackery es palpable) y llamativa (¿por qué no vemos a los otros doctores?).

Como apuntó el crítico Alonso Ruvalcaba en su ensayo sobre The Knick, el estilo de Soderbergh invita a la reflexión posterior; a preguntarnos por qué la cámara siguió a este personaje, no incluyó a este otro o se mantuvo fija en determinado momento. The Knick, cuya segunda temporada arrancó por Cinemax hace un par de semanas, es una obra llena de decisiones inesperadas y fascinantes. Basta escuchar su soundtrack. 

Todo cinéfilo y aspirante a cineasta debe verla. Y quien no lo sea también.