Por fin llegó el invierno día. Después de casi un año de espera finalmente pudimos volver a sintonizar HBO para ver el inicio de la cuarta temporada de Game of Thrones.
Luego de un intenso final, un traumático penúltimo episodio y meses de espera, evidentemente las ansias por ver acción, peleas y muertes sorpresivas estaban a tope. Sin embargo, como suelen ser los inicios de temporada de cualquier serie, Two Swords no trajo consigo momentos climáticos sino introducciones a nuevas situaciones y personajes que se desarrollarán durante los siguientes nueve episodios. Después de todo, la escena inicial nos muestra a Tywin Lannister entregando la espada de Ned Stark para forjar dos nuevas espadas, una escena que prácticamente marca una despedida a los Stark y a lo ya conocido, para dar paso a lo nuevo.
Entre los nuevos rostros, claramente destacan el Príncipe Oberyn Martell, mejor conocido como el Red Viper, y del otro lado del Muro, la tribu de los Thenn.
Por un lado, Oberyn, interpretado por el chileno Pedro Pascal, nos dejó claro su sed desangre, sexo y venganza, ésta última alimentada por su odio hacia los Lannister tras haber asesinado a su hermana y a sus sobrinos.
Por otro lado, los Thenn nos muestran ser un clan de guerreros sin escrúpulos que planean atacar a la Guardia de la Noche con toda su ira, y que éstos no son sólo sus enemigos sino también su cena.
En cuanto a personajes ya conocidos pero con un nuevo aire, vimos mucho en pantalla aJaime Lannister (estrenando mano), quien parece ser ahora un desadaptado en su familia al ser despreciado por su padre, criticado por su sobrino/hijo y rechazado por su hermana/novia. Sin embargo, abrumado por sus errores pasados, parece ser más consciente y dispuesto a ser mejor persona ahora con Brienne of Tarth como su guía moral para mostrarle el buen camino.
Otro personaje que también cambió, pero no de forma de ser sino físicamente, es Daario Naharis, quien ahora es interpretado por Michiel Huisman luego de que Ed Skrein dejara el papel, aparentemente, para trabajar en una nueva película de The Transporter como una versión más joven de Jason Statham.
Además de nuevos personajes, este episodio incluyó varios momentos que sirvieron como presagio acerca de futuros sucesos, entre ellos:
La misteriosa ciudad esclavista de Meereen a la que se dirije Daenerys Targaryen con todo su ejército, ciudad de la que actualmente sabemos muy poco pero cuyo camino está marcado por 163 cadávares.
Los dragones de Daenerys cada vez son más grandes y con cada centímetro que ganan se vuelven más salvajes y peligrosos. En una escena, los vemos pelear por una cabra y uno de ellos pasa de ser sumiso -casi como si fuera una mascota- a voltear con fiereza hacia Daenerys. Ante este suceso, Ser Jorah dice que los dragones no pueden ser domados, ni siquiera por su madre, un hecho que seguramente traerá problemas posteriormente ante la rebeldía de estas letales bestias.
Sansa tiene un encuentro con el antes caballero y ahora borracho Ser Dontos Hollard quien le regala un valioso collar como muestra de su gratitud por haberle salvado la vida. En vista de la trágica desfortuna de la joven esposa de Tyrion Lannister, auguramos que ese collar le traerá problemas, especialmente luego de ver una escena de Lady Olenna Tyrell buscando el collar perfecto para la boda de su nieta Margaery con el mejor amigo de Sansa, el rey Joffrey.
Shae cada vez se muestra más imprudente, celando a Tyrion y escabulléndose a su habitación a pesar de las advertencias de él. En este episodio vimos a una de las sirvientas verla saliendo enfurecida del cuarto de Tyrion y posteriormente ésta fue a contarle sobre "un problema" a Cersei. Pronosticamos que la muerte de Shae tendrá lugar en un futuro muy próximo.
El episodio llegó a su fin con una pelea entre The Hound y Arya contra el ladrón de Needle y responsable de la muerte de Lommy, dándonos la única verdadera escena de acción del episodio pero dejándonos con ganas de más y con una sensación de no haber tenido suficiente. Y es que, al ver un episodio de Game of Thrones, pareciera como si una hora tuviera menos minutos de lo usual.
Luego de un intenso final, un traumático penúltimo episodio y meses de espera, evidentemente las ansias por ver acción, peleas y muertes sorpresivas estaban a tope. Sin embargo, como suelen ser los inicios de temporada de cualquier serie, Two Swords no trajo consigo momentos climáticos sino introducciones a nuevas situaciones y personajes que se desarrollarán durante los siguientes nueve episodios. Después de todo, la escena inicial nos muestra a Tywin Lannister entregando la espada de Ned Stark para forjar dos nuevas espadas, una escena que prácticamente marca una despedida a los Stark y a lo ya conocido, para dar paso a lo nuevo.
Entre los nuevos rostros, claramente destacan el Príncipe Oberyn Martell, mejor conocido como el Red Viper, y del otro lado del Muro, la tribu de los Thenn.
Por un lado, Oberyn, interpretado por el chileno Pedro Pascal, nos dejó claro su sed desangre, sexo y venganza, ésta última alimentada por su odio hacia los Lannister tras haber asesinado a su hermana y a sus sobrinos.
Por otro lado, los Thenn nos muestran ser un clan de guerreros sin escrúpulos que planean atacar a la Guardia de la Noche con toda su ira, y que éstos no son sólo sus enemigos sino también su cena.
En cuanto a personajes ya conocidos pero con un nuevo aire, vimos mucho en pantalla aJaime Lannister (estrenando mano), quien parece ser ahora un desadaptado en su familia al ser despreciado por su padre, criticado por su sobrino/hijo y rechazado por su hermana/novia. Sin embargo, abrumado por sus errores pasados, parece ser más consciente y dispuesto a ser mejor persona ahora con Brienne of Tarth como su guía moral para mostrarle el buen camino.
Otro personaje que también cambió, pero no de forma de ser sino físicamente, es Daario Naharis, quien ahora es interpretado por Michiel Huisman luego de que Ed Skrein dejara el papel, aparentemente, para trabajar en una nueva película de The Transporter como una versión más joven de Jason Statham.
Además de nuevos personajes, este episodio incluyó varios momentos que sirvieron como presagio acerca de futuros sucesos, entre ellos:
La misteriosa ciudad esclavista de Meereen a la que se dirije Daenerys Targaryen con todo su ejército, ciudad de la que actualmente sabemos muy poco pero cuyo camino está marcado por 163 cadávares.
Los dragones de Daenerys cada vez son más grandes y con cada centímetro que ganan se vuelven más salvajes y peligrosos. En una escena, los vemos pelear por una cabra y uno de ellos pasa de ser sumiso -casi como si fuera una mascota- a voltear con fiereza hacia Daenerys. Ante este suceso, Ser Jorah dice que los dragones no pueden ser domados, ni siquiera por su madre, un hecho que seguramente traerá problemas posteriormente ante la rebeldía de estas letales bestias.
Sansa tiene un encuentro con el antes caballero y ahora borracho Ser Dontos Hollard quien le regala un valioso collar como muestra de su gratitud por haberle salvado la vida. En vista de la trágica desfortuna de la joven esposa de Tyrion Lannister, auguramos que ese collar le traerá problemas, especialmente luego de ver una escena de Lady Olenna Tyrell buscando el collar perfecto para la boda de su nieta Margaery con el mejor amigo de Sansa, el rey Joffrey.
Shae cada vez se muestra más imprudente, celando a Tyrion y escabulléndose a su habitación a pesar de las advertencias de él. En este episodio vimos a una de las sirvientas verla saliendo enfurecida del cuarto de Tyrion y posteriormente ésta fue a contarle sobre "un problema" a Cersei. Pronosticamos que la muerte de Shae tendrá lugar en un futuro muy próximo.
El episodio llegó a su fin con una pelea entre The Hound y Arya contra el ladrón de Needle y responsable de la muerte de Lommy, dándonos la única verdadera escena de acción del episodio pero dejándonos con ganas de más y con una sensación de no haber tenido suficiente. Y es que, al ver un episodio de Game of Thrones, pareciera como si una hora tuviera menos minutos de lo usual.
